20/1/11

dos derechos cinéfilos: salirse del cine, y aplazar la cita

"¿Por qué hay una relación entre inteligencia y aburrimiento en el cine? Pues porque si tú te estás aburriendo, te entretienes pensando qué sentido puede haber en las imágenes que estás viendo. O sea, si tú estás en el cine y te coñas, conviertes una película que sencillamente es un aburrimiento, en una obra de arte. Es una labor creativa y tiene el interés de transformar en creadores a los críticos porque tú mismo tienes que aportar algo que no existe. Entonces empiezas a decir "veamos, me estoy coñando como nunca en mi puta vida. ¿Qué quiere decir ese cuadro que está ahí al fondo?, ¿Por qué este personaje ha entrado ahora?" Ya no estás viendo una película. Estás creando un Cosmos tuyo. Precisamente ahí es cuando surgen las películas geniales, cuando el que es genial realmente es el crítico responsable de ese mundo a base de nada."
_Álex de la Iglesia
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_Aunque a mí me gusta más descubrir películas, disfrutar con cine que me parece interesante, en fin, enfocar el blog en positivo, de vez en cuando hay límites que me parecen insoslayables y saco la espada, creo que con todo el derecho, y paradójicamente también con un ánimo positivo, pero con el bisturí afilado.
_Un conocido crítico, no hace mucho, abandonó una proyección en un importante festival de primera categoría, quejándose del bajo nivel del certamen. Hace más tiempo, leyendo a Jonas Mekas, leí que él también hacía lo mismo cuando le parecía intrascendente la película. Sé de más críticos que hacen lo mismo, y cuanto más cine veo más lo entiendo. Yo antes no lo hacía, ahora sí, ¡claro que sí!. La cuestión, tal y como yo lo veo es que a no ser que uno deba hacer un estudio remunerado sobre un film (entonces se quiera o no se quiera hay que aguantar hasta el final hasta el bodrio más lamentable o el más pedante y lleno de ínfulas) o una película nos aporta alegría, conocimiento, o un entretenimiento digno en vez de embrutecedor, o se trata de una pérdida de tiempo y de más cosas. El crítico remunerado que debe opinar sobre un film, pues debe aguantar hasta el final, y no digo que sea fácil, pero es que es su trabajo, y no siempre se da con obras de Ozu, Dreyer, Renoir, Buñuel, Ford... por poner un ejemplo. Ser crítico de cine no debe ser fácil si uno es honesto y ve todas las películas posibles, aunque también puedo entender la deserción del lugar de trabajo... porque hay mucho, pero que mucho cine que te hace perder el tiempo, que te deja quieto parado y cada vez más quieto parado, encarcelado en un mal viaje del que sólo deseas salir. Así que como la mayoría no somos críticos remunerados de cine, podemos acogernos al derecho de salirse del cine, parar el dvd, el ordenador...  ¡Y todo por amor al cine y porque la vida es más interesante que una mala película!. ¿Qué es una buena película?. Eso es discutible, el libro de Laurent Jullier lo analiza,  pero de todas formas, creo que una vez se ha visto suficiente cine, (aunque yo creo que nunca veré el suficiente cine) se tiene cierto criterio y de todas formas todo espectador tiene sus afinidades, limitaciones, y pasado un tiempo prudencial, si una película no nos entra, mejor dejar de verla. Puede ocurrir que la misma película, un tiempo después sí nos entre, y entremos en ella, pero si algo no fluye con naturalidad, mejor no forzar las cosas. Y hay películas que nunca nos van a entrar, porque son indigestas.
_Quizá ver películas es en cierto modo como una relación que no por efímera debe ser superficial ni por supuesto vergonzosa. Si una película nos rebaja (o nos sentimos rebajados como espectadores) mejor dejar de verla. Si una película es demasiado compleja para el momento en el que podemos verla, mejor dejarla para otro día, nos faltaría capacidad crítica, mejor hacer como Bergman, que por las noches se ponía una de James Bond, que no son especialmente intelectuales. A veces es mejor aplazar la cita, y buscar la luz adecuada, la calma oportuna... aunque suene pelín romántico es que ver cine es una especie de affaire sentimental como poco, también intelectual y espiritual en sus mejores momentos.
_Sin ir más lejos, en su día abandoné la proyección de "Sacrificio" de Tarkovsky, sin embargo años después, con el espíritu adecuado me quedé admirado ante la hondura del film y su concepción estética. A veces una película nos llega demasiado pronto, no estamos preparados para verla... Hay una película para cada momento, pero no se puede ver cualquier película en cualquier momento. El matrimonio debe ser bueno, si no lo es, mejor probar con otra película, o leer un libro, o mirar las estrellas, ¡qué películas se proyectan en el firmamento cada noche, sin guión ni más música de fondo que el tranquilo silencio de la noche!.
_La verdad es que me alegra no ser un crítico de cine con la obligación de ver cosas que son una pérdida de tiempo embrutecedora, por eso entiendo algunas críticas feroces que se deben al profundo amor al cine de quien las escribe y al mal rato que ciertas películas te hacen pasar debido a su baja calidad o a su naturaleza fraudulenta. Hay un cineasta en concreto que casi siempre me ha parecido una pérdida de tiempo, y es Godard, a quien he alabado cuando me ha parecido interesante, un director clave en cierto momento, pero menos de lo que cierta crítica oficial nos hace creer, pues bastantes de los postulados recogidos por la nouvelle vague no fueron propiamente invenciones sino que ésta sirvió de caja de resonancia de hallazgos anteriores, y en el caso de Godard la sombra misteriosa y fértil de Chris Marker es muy alargada y le precede en el "film-ensayo", y le supera en muchas cosas, como en el compromiso político y la creatividad poética y reflexiva. Hace años me hubiera costado mucho abandonar la proyección de un film de Godard, ahora, si he abandonado "Film socialisme", sin duda es porque el socialismo no lo veo por ninguna parte y sí al Godard más snob haciendo películas para devotos godardianos, y yo es que soy cinéfilo, y para mí Godard es más pequeño que el cine, sin duda él creerá lo contrario, y él que fue crítico de cine tendrá que admitir especialmente las críticas a su obra, sobre todo dadas sus pretensiones, y presupuestos, que vamos, el hombre no hace las películas con cuatro euros, cuenta con medios, pero el talento es otra cosa, y no hace falta acabar una botella de leche rancia para decir que es leche rancia.
_Lo que sucede con una película es que debe merecer la atención de quien la mira, pues le exige silencio, casi la inmovilidad total, concentración, y más de hora y media de su valioso tiempo. Hay que ofrecer algo a cambio de todo eso, por no hablar del precio de la entrada, o del dvd...  El espectador de cine medio quizá no es muy exigente, pero el cinéfilo cuanto más cine ve más exigente se vuelve, no se conforma con simulacros, busca las fuentes en vez de las imitaciones baratas, y desenmascara antes a los que van de una cosa y son otra. Por eso no me extraña que los críticos más perspicaces calen rápidamente el alcance de un film y se salgan de películas que no merecen tanta atención. Y en cualquier caso, también hay siempre una cuestión personal y subjetiva, un gusto personal, pero en ciertos ambientes Godard es tratado como si fuera Dios padre todopoderoso, y encima se creen que el hombre es moderno, posmoderno, vanguardista o similar, y sobre todo me parece vacío, esteticista, cerebralista, pomposo y snob, de lo más reaccionario y elitista, pero si eso es ser socialista, el gran ego de Godard, que no conoce límites, titula su film "Film socialisme". Quizá sea una de esas ironías que hay que aplaudir reverenciando al hombre, y a ser posible lamiéndole los pies, pero yo he preferido ejercer mi derecho a salir del cine, y a quejarme de lo que he visto, que ya van muchas con Godard... Hay cineastas que abusan de la paciencia y buena fe del espectador, y cada vez me parece un delito más grande. Así que lo recuerdo, hay dos derechos cinéfilos: salirse del cine, y aplazar la cita. Y algunas citas las hubiera aplazado indefinidamente...
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