Crónica de Anna Magdalena Bach (1967) Jean-Marie Straub.
Una obra de sublime sencillez que se desarrolla con un ascetismo sutil y a la vez grandioso. La mesura en la composición, la estructura casi carente de artificios cinematográficos, mínimo montaje, planos-secuencia de considerable duración e intensidad, y por supuesto la maravillosa música de Bach, ¡que Dios tenga en los cielos!, hacen de esta película una obra maestra del mejor minimalismo, el minimalismo esencial que prescinde de lo superfluo y se deja llevar por la pureza del río que fluye. La precisión de la mirada de Straub, dota además al film de lecturas incluso marxistas, más allá de la pura delicia y la lección de cine que significa esta obra.
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(Este film es difícil de encontrar todavía, pero les recuerdo la generosidad de la red en los enjambres compartidos del P2P y el magnífico PdB, aunque al fin ha sido editada en DVD).
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