26/3/10

Saló o Mekas

Tras ver la mitad de  "Saló" (1975), de Pasolini, quizá el mayor escándalo de la historia del cine, he decido dejar de verla (y creo que a Pasolini esta postura incluso le gustaría). Poco después me he acordado de Jonas Mekas (estoy empezando a ver "Walden", que son casi tres horas y voy mal de tiempo, pero le he dado un primer mordisco y aparece mi admirado Dreyer) por aquello que comentaba sobre películas que realmente no aportan belleza, bondad y alegría a la vida, que es mejor dedicarse a hacer películas alegres, luminosas, bellas, en vez de lo contrario. Y estoy bastante de acuerdo, sobre todo tras ver algo más de la mitad de "Saló", y no querer más, lo que creo que es un elogio a la obra de Pasolini, que quería crear algo repugnante e hiriente, no meramente metafórico del fascismo, capitalismo, consumismo y clericalismo. No entiendo para qué rodar esta película, que por cierto empieza con una de las músicas más maravillosas compuestas por Morricone. ¿Qué sentido tiene?. Me parece, hasta donde he visto, uno de los proyectos más equivocados desde la raíz, de toda la historia del cine, aunque Pasolini tenía quizá sus motivos. Tras celebrar las alegrías del sexo en la Trilogía de la Vida -"Decamerón" (1971), "Cuentos de Canterbury" (1972) y "Las mil y una noches" (1974)- Pasolini abjura y muestra un sexo cruel, perverso, criminal, ejercido a látigo. Pero ¿para qué?. ¿Qué aporta "Saló"?. Imágenes humillantes. Me quedo con Mekas, su "Walden" me va dando retazos de vitalidad, incluso en su melancolía no hay la derrota de Pasolini, su cerebralismo intelectualizado que intenta crear una gran metáfora precisamente desde lo menos sutil. Para mí hay más poesía en Mekas y en la Trilogía de la Vida.
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