Tras leer "El sexo en el cine y el cine de sexo", de Freixas y Bassa (Paidós, 2000), he tomado unas notas que me parecen interesantes.
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-Discutir sobre las diferencias entre erotismo y pornografía es perderse en laberintos sin salida que en realidad son vasos comunicantes.
-La obscenidad no se define por los actos sino por la postura de quien mira y juzga lo que mira.
-Lo que excita a unos provoca indiferencia a otros, y a otros rechazo. Son gustos, y cada cual tiene el suyo.
-Los espectadores no espían ninguna privacidad en un cine sino que ven espectáculos públicos.
-Todo gira alrededor de lo que se quiere ver y no de lo que se muestra. La mirada puede convertir en obscena una obra.
-La pornografía es el único género cinematográfico en el que no se castiga a la mujer por buscar su placer sexual.
-La capacidad poco empleada por la pornografía para descerrajar tabús, atravesar puertas verdes y conocer el otro lado del espejo.
-El cine porno debería convertirse en el abanderado de las transgresiones que fuesen más allá de lo sexual, y entonces sería revolucionario.
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