_Sea cual sea el género de una película cuando se aborda un género cinematográfico en concreto se suelen incluir películas de poco valor en realidad pero que por alguna razón en su día, en su contexto histórico, tuvieron alguna relevancia, por innovaciones técnicas, abrir vías para otras posibilidades narrativas, o por su éxito de taquilla, por poner unos ejemplos. Sin embargo hay que tener en cuenta que hay a menudo sequías de genialidad y de talento (a veces muy prolongadas...) por lo que una selección filmográfica de un género suele incluir títulos de poca entidad al lado de otros notables y de alguna que otra obra maestra, pero no es raro que esto ocurra, lo habitual en cualquier arte es la abundancia de mediocridad y de basura, la maestría es excepcional. Simplemente recalco esto porque es algo que sucede y es bueno que no se nos escape que hay épocas de abundancia en la que obras muy notables quedan a la sombra de obras maestras mientras que en las épocas de casi nada, un leve destello ya se toma por mejor de lo que es, o como se suele decir en la tierra de los ciegos el tuerto es rey. Saquen sus propias conclusiones sobre el cine actual y la mayoría de sus encumbrados...
_También sucede algo parecido con las historias del cine, en las que hay que citar títulos de poca valía porque en su momento tuvieron importancia histórica, pero hay que distinguir entre lo que es históricamente importante en la historia del cine y lo que es cine importante, valioso, lo que se alza como verdadero arte y sentido de la existencia del cine. Las obras importantes trascienden las épocas y las décadas, siguen siempre frescas como rosas besadas por el rocío del amanecer, con sus pétalos y espinas resplandecientes. Las obras que simplemente son históricas se quedan marchitas vistas con el tiempo.
_La valoración injusta según el contexto también afecta, y mucho, a los premios de festivales y academias de cine, que como es natural tienen el vicio de premiar tan sólo lo que se filma en el período, lo que ha llegado a concurso. Es un vicio en el sentido de que en períodos de creatividad la calidad queda relegada en los premios, no hay premios para todas las películas que lo merecen, mientras que en las épocas de mediocridad se premia a películas por el hecho de que son menos mediocres que las demás.
_Por otra parte, aunque en el mejor de los casos los premios sirven para dar a conocer propuestas que se alejan de la mercadotecnia habitual, y favorecen la creatividad verdadera, ya se sabe que los premios de cine a menudo no premian la calidad cinematográfica sino la simpatía ideológica, personal, la rentabilidad económica, por no hablar de los premios que intentan corregir, disculpar, la propia ceguera ante un trabajo anterior que no se premió y el tiempo ha mostrado como importante, clásico. Pero esto es lo contrario de la justicia, es mala conciencia o quizá vergüenza por no haber visto la calidad ni teniéndola delante de los ojos, y esta supuesta ley de la compensación es añadir injusticia a la injusticia, porque se deberían premiar películas en vez de premiar películas por premiar a directores a los que no se premió. Sin ir muy lejos, a Scorsese se le premió por una película en vez de por otra, y sobran los comentarios, queda claro que se intentó corregir un error.
_Ya sabemos que la objetividad es imposible, y más en cosas del arte, pero estos vicios desvirtúan el valor de tantos premios y acaban perjudicando al cine. Es más, cuando una hornada de películas carece de gran valor cinematográfico, ¿por qué se le dan premios?. A veces algunos premios deberían quedar desiertos, así los premios tendrían más valor. Lo que beneficia al cine es que buenas películas, buenas interpretaciones, buenos guiones, buenas direcciones sean conocidas en vez de ignoradas, pero quizá sea verdad aquello que dijo alguien de que las películas no son caballos, no tendrían que competir. Multitud de películas premiadas hoy son ignoradas por completo y con suerte nadie repara en ellas, quedándose en un piadoso olvido, y películas que con frecuencia fueron ignoradas también en las taquillas además de en cualquier palmarés son clásicos valorados como películas maravillosas.
_Quizá lo mejor sería que en vez de tanto premio y ceremonia los festivales y los academias de cine promovieran una mayor difusión de películas no sólo actuales sino de todas las épocas. Es algo que se hace pero que queda siempre eclipsado y a la sombra de los premios, que el tiempo a menudo descubre dados por jueces somnolientos, quizá aburridos de tener que calificar tanto cine, de tener que votar, y de tener que quedar bien quizá con amigos e inversores. Sería mejor que hubieran menos premios pero más relevantes, o incluso que no hubiera premios sino a trayectorias y descubrimientos técnicos importantes, a fin de cuentas el cine depende mucho de las avances tecnológicos, gracias a ellos hoy disfrutamos de un sonido increíble, y toda una gama de colores en vez de seguir en el maravilloso cine mudo en blanco y negro.
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