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-La jungla de asfalto (1950) John Huston. Magistral clásico del cine negro al que no le falta ni sobra un solo fotograma. Admirable y con caracteres e interpretaciones sobresalientes. Para mitómanos y entusiastas de Marylin Monroe, además aparece en breve papel.
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El río (1950) Jean Renoir. Una de las películas que hacen del cine un verdadero arte, y de la invención de cinematógrafo una bendición para la humanidad. Obra maestra (y no la única) de uno de los grandes maestros del arte cinematográfico. Una de las mejores películas de la historia del cine.
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Francisco, juglar de Dios (1950) Roberto Rosselini. Una obra maestra (y ya van varias) del maestro Rossellini, que compone una película desbordante de belleza, sencillez y armonía entre la naturaleza y el ser humano, narrando episodios de la vida de San Francisco de Asís. A su belleza el maestro italiano añade nuevas vías de expresión artista (Rossellini era un artista, no como tantos otros autoproclamados artistas pero meramente mercaderes del diseño) sorprendentes y provocadoras que dan a este clásico una modernidad siempre fresca, vital y fascinante. Música para el alma, con uno de los finales más gloriosos de la historia del cine. Alabado sea el cine.
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Diario de un cura de campaña (1950) Robert Bresson. La obra homónima de Bernanos fue adaptada con el rigor y seriedad respetuosa que merecía, y Bresson alumbró una obra sublime, de honda respiración y, por una vez en su original y esencial filmografía, logró tanto éxito entre la crítica como entre el público. Además de, como quien no quiere la cosa, crear una de las obras maestras de la historia del cine.
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Diario de un cura de campaña (1950) Robert Bresson. La obra homónima de Bernanos fue adaptada con el rigor y seriedad respetuosa que merecía, y Bresson alumbró una obra sublime, de honda respiración y, por una vez en su original y esencial filmografía, logró tanto éxito entre la crítica como entre el público. Además de, como quien no quiere la cosa, crear una de las obras maestras de la historia del cine.
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Sin conciencia (1951) Bretaigne Windust. Película en parte rodada por el gran Raoul Walsh, sin duda llevada con buen pulso, incomprensiblemente poco conocida, pero sin embargo una magnífica muestra del policíaco.
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Surcos (1951) José Antonio Nieves Conde. Una obra maestra del cine español, que expresa el drama de una familia que abandona el campo atraída por el engañoso brillo de la gran ciudad. Soberbia en todos los sentidos, aún hoy sorprende la valentía del planteamiento y el latido de realidad que la recorre. Quizá la obra cumbre del neorrealismo español.
-Esa pareja feliz (1951) Luis García Berlanga y Juan Antonio Bardem. Una gran película con la que debutaron conjuntamente dos de los autores más importantes de la historia del cine español. Es una comedia magnífica, ingeniosa, inteligente, con chispa... Una obra maestra.-
Surcos (1951) José Antonio Nieves Conde. Una obra maestra del cine español, que expresa el drama de una familia que abandona el campo atraída por el engañoso brillo de la gran ciudad. Soberbia en todos los sentidos, aún hoy sorprende la valentía del planteamiento y el latido de realidad que la recorre. Quizá la obra cumbre del neorrealismo español.
-París, bajos fondos (1951) de Jacques Becker. Es una de las mejores películas de su autor, que merece un reconocimiento mayor del que se le ha dado, al menos en mi opinión. Una gran película.París, bajos fondos (1951) Jacques Becker. Es una película espléndida, un gran clásico del cine francés, muy bien interpretada y con una admirable textura visual.
-El gran carnaval (1951) de Billy Wilder. Un retrato ácido del sensacionalismo periodístico y del lado morboso y ruin del ser humano. Inapelable.
-Brigada 21 (1951) de Wyler, es una magnífica película muy bien interpretada pero injustamente poco conocida, aunque es una pequeña e intensa joya
-Encubridora (1952) de Fritz Lang. Es un western fascinante del gran director alemán, con una no menos magnética Marlene Dietrich en un papel poderoso. Rezuma talento, belleza e intensidad.
-Vivir (1952) de Kurosawa, y no quiero desvelar la historia pero supone un alegato vitalista y también una denuncia de alcance sobre lo que es funcionar sin más en el sistema. Quizá no sea la mayor obra maestra del autor pero es tan bella incluso en su dramatismo...
-Un verano con Mónica (1953) Ingmar Bergman. Es la película que reveló internacionalmente al maestro sueco, un film vivo, bien rodado, y con la encantadora Harriet Andersson. Aunque empieza destilando una sensualidad gozosa, el recuerdo indeleble que deja es más seco. Bergman.
-Niágara (1953) Henry Hathaway. Es un film que sorprende por su rara habilidad al combinar magníficamente la trama policíaca, la ambientación con el paisaje rodada en estilo documental y la sensualidad insinuante de Marylin Monroe. Aparentemente una película comercial, en su interior una muestra de que Hathaway era un director que sabía lo que se hacía.
-la burla del diablo (1953) de John Huston, es una película llena de bromas, diabluras, un delirante disparate que es puro juego, e incluso autoparodia. Muy divertida, excéntrica y singular. Con Bogart, Peter Lorre, Jennifer Jones...
-Les vacances de M. Hulot / Las vacaciones de M. Hulot, de Jacques Tati (1953)
Esta deliciosa y delicada obra maestra sigue, cincuenta años después de su estreno, tan fresca como una rosa, tan jovial como una quinceañera, y todavía lúcida, ingeniosa e inteligente. Y una comedia inteligente es quizá lo más parecido al paraíso en la tierra. El talento de Tati es desbordante. Las escenas divertidas se suceden como si tal cosa en este gran desfile de sentido del humor. Su lucidez observadora ante la vida cotidiana es increíble.Tati agotaría los adjetivos elogiosos, pero por suerte su don no se agotó y siguió floreciendo, por ejemplo en la audaz y genialPlaytime, aunque su primer film ya anunciaba en lo que se convierte un día en que vemos una obra maestra de Tati: en un Día de fiesta.
-La puerta del infierno (1953) Teinosuke Kinugasa. Una de las películas que abrieron los ojos a Occidente: en Japón el cine estaba más que maduro y sus obras y maestros a destacar aumentan conforme mengua nuestra enorme ignorancia.
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Madame de... (1953) Max Ophuls. Una obra maestra del genial y exquisito Ophuls, probablemente el director que mejor supo combinar la ligereza frívola, el amor por el detalle, la fluidez de movimientos en sus memorables planos-secuencia, y la tragedia amorosa, y todo con una elegancia, sentido del humor y talento que nunca fue común y menos en nuestros tiempos.
-20.000 leguas de viaje submarino (1954) Richard Fleischer. Una de las mejores películas de aventuras jamás realizadas, sencillamente un clásico lleno del esplendor de lo maravilloso.
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-La ladrona, su padre y el taxista (1954) Alessandro Blasetti.
Esta divertidísima película es una de las joyas de la edad de oro de la comedia italiana, mantiene un tono deliciosamente pícaro y costumbrista, y por si fuera poco cuenta con un trío protagonista, ya mítico, de los que hacen afición: Mastroiani, Loren y De Sica. ¡Ahí es nada!. Una bocanada de aire fresco, y de personajes también frescos.
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-Godzilla, Japón bajo el terror del monstruo, Ishiro Honda (1954) Entrañable y emocionante película japonesa que empezó la saga de películas sobre el enorme monstruo Godzilla.
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- Rififi / du rififi chez les hommes, de Jules Dassin (1954)
Esta película negra, escrita con letras de oro en la historia del cine, tiene momentos impresionantes, siendo la obra maestra de Jules Dassin (que tuvo que salir de la supuesta cuna de la libertad debido a sus ideas progresistas) en Francia. El film narra con maestría un robo y sus consecuencias. Las interpretaciones, el montaje, la fotografía, la música, el guión... en fin, todo queda maravillosamente engarzado como en un collar. La película sorprendió en su momento y sigue fascinando hoy en día. Entonces ganó en Cannes y provocó una oleada de imitaciones, hoy en día sorprende por su violencia, pero también por su audacia y cierta jovialidad que aún hace más dramática la historia.
-El hombre de Laramie (1955) de Anthony Mann. Es una obra maestra del western, con James Stewart, con una historia maravillosamente narrada en toda su complejidad, ternura y violencia.
-Tierras lejanas (1955) Anthony Mann. Es un clásico del western con magníficos intérpretes de la categoría de James Stewart y el soberbio actor de reparto Walter Brennan. Además muy bellamente fotografiada, y con una historia sólida muy bien desarrollada por Mann.
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Los implacables (1955) Raoul Walsh. Espléndido western del maestro Walsh, con una maravillosa unión de narrativa vigorosa y a la vez contemplativa. Ha pasado incomprensiblemente desapercibido a pesar de su increíble calidad, y de contar con un reparto encabezado por el mítico Clark Gable.-
-Historias de la radio (1955) de José Luis Saénz de Heredia.Es una buena película que retrata con humor, y un reparto de los que hacen época, la España de la época, en la que la radio era importantísima.
-Las amigas (1955) de Antonioni, es un film poco conocido del autor, aunque digno, pues su fama se debe a los caminos que abrieron sus obras sobre la incomunicación, sobre todo "La aventura". Es una película en la que se apuntan las motivaciones y constantes de su obra más famosa.
-El beso mortal (1955) Robert Aldrich. Una gran película de cine negro con interpretaciones soberbias y una magnífica labor de dirección, una atmósfera lograda, densa, violenta y uno de los finales más impactantes que jamás se han rodado.
-La canción del camino (1955) de Satyajit Ray es una obra maestra absoluta de la historia del cine. Magistral en todos los aspectos, inolvidable y maravillosa. El maestro Kurosawa admiraba profundamente la trilogía de Apu, que empieza con esta joya.
-La casa de bambú (1955) de Samuel Fuller es una de las películas más logradas de un director que no fue profeta en su tierra, que fue admirado y reivindicado por la nouvelle vague francesa y curiosamente (o no tanto) poco valorado o vituperado en su país, Estados Unidos.
-Ellos y ellas (1955) Joseph L. Mankiewicz. Deliciosa comedia musical con Frank Sinatra y Marlon Brando, y también con la chispa y diálogos ingeniosos, brillantes, del genial Mankiewicz. Y romántica.
-::: Escrito sobre el viento / written on the wind, de Douglas Sirk (1956)
Esta magnífica película eleva el melodrama a la categoría de arte. No sólo dignifica un género que en manos menos hábiles acaba siendo sensiblero y vulgar sino que hace de una historia propensa al efectismo todo un tratado de contención y maestría. Maestría en cada plano, en cada composición, en cada detalle, en cada interpretación, todas soberbias... Esta película ostenta con todo merecimiento el honor de ser la cumbre del género, gracias a la labor de un maestro, no sólo del melodrama sino del cine, como demuestra en este film sobre la decadencia de una sociedad y las pasiones que la recorren.
-Alta sociedad (1956) es el remake musical de la obra maestra "Historias de Filadelfia". Dejando de lado las odiosas comparaciones, es una película agradable y divertida que deja buen sabor de boca y cuenta con canciones de Bing Crosby acompañado del gran Louis Armstrong, y a Grace Kelly en el papel protagonista.
-La invasión de los ladrones de cuerpos (1956) de Don Siegel, que marcó una época y sigue aterrando hoy en día. Don Siegel es otro gran director que aún no ha sido lo suficientemente valorado, y esta película es un clásico.
-El loco del pelo rojo (1956) Vincente Minnelli, es una magnífica biografía del gran pintor Vincent Van Gogh, que desborda la vitalidad luminosa y torturada del genio holandés gracias a las grandes interpretaciones de Kirk Douglas como Van Gogh y Anthony Quinn como Gaughin, dirigida con maestría por el gran Minnelli.
-Más dura será la caída (1956) Mark Robson. Uno de los clásicos del cine de boxeo, que refleja abiertamente las prácticas sucias y desvergonzadas de las mafias del ring, y que lamentablemente cuenta con la última interpretación del mítico Humphrey Bogart.
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Baby Doll (1956) Elia Kazan. La especialidad del director eran los ambientes turbios, viciados, los sentimientos y pulsiones en bancarrota total, y en esta candente adaptación de una obra de Tennesse Williams hay mucho de esto. Unos años más tarde Kubrick rodaría Lolita...
-Doce hombres sin piedad (1957), un clásico, que es un juicio del jurado, bien dirigida por Lumet, una película lúcida y que da mucho que pensar sobre la naturaleza humana... Y con interpretaciones soberbias.
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Ángeles sin brillo (1957) Douglas Sirk. Esta magnífica adaptación de la obra de William Faulkner es una muestra más del talento de Douglas Sirk, director cumbre del melodrama, que en esta ocasión crea un drama en blanco y negro, alejado del maravilloso uso del technicolor del que hizo uso en otras obras, que revela a un maestro que no precisa de alardes, artificios ni demás (como algún presunto sucesor) para crear una obra verdaderamente dramática pero nada efectista, sino depurada, honesta y profunda. Y con excepcionales interpretaciones. Obra maestra.
-Chantaje en Broadway (1957) Alexander Mackendrick. Una magnífica película que muestra las miserias morales de agentes y periodistas que se mueven en el mundo del espectáculo. Interpretaciones espléndidas y gran dirección de Mackendrick, aderezada además con una una música que le va como anillo al dedo y la maravilllosa fotografía del maestro Wong Howe. Como poco un pequeño clásico.
-Noches blancas (1957) Luchino Visconti. La obra original de Dostoyevski es inolvidable y casi rompe el corazón, en su adaptación Visconti se permite licencias con cambios cronológicos, de lugar e incluso en matices de los personajes, pero aún prefiriendo el relato original del gran escritor ruso, la película posee una vitalidad encomiable, interpretaciones soberbias, música, fotografía y ambientación magníficas y una sólida dirección que desemboca admirablemente en un final que es a un tiempo pudoroso y emotivo.
-Las noches de Cabiria (1957) de Federico Fellini. Una obra maestra de Fellini, llena de humanidad maltratada, de almas cándidas y también desaprensivas. Un drama, una comedia, una película inolvidable.
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Hércules (1957) Pietro Francisci. La gloria del peplum con la presencia de Steve Reeves, encumbrado tras este clásico del cine de aventuras, cuenta también con el talento en la fotografía, y parece que en labores de dirección, del luego gran director Mario Bava.
-::: Mon oncle / mi tío, de Jacques Tati (1958)
La delicadeza de Tati es maravillosa. Es un poeta. Esta encantadora obra maestra del genial Tati sólo tiene una pega: que una película así sólo se hace una vez en la vida. Se puede hacer una lista de virtudes y empezar a enumerar... tanto talento, tanta calidez, tanto encanto, buen humor... En fin, las palabras deben quedarse cortas ante algo tan grande. En el fondo, ¡qué gran suerte que hayan películas como Mi tío y darse cuenta de lo limitadas que son las palabras y lo maravillosa que es la vida vista por Tati!. Es casi una tragedia que existan tan pocas comedias con el toque Tati. Además, por si fuera poco, Mi tío es en color y con una música maravillosa deAlain Romans y Frank Barcellini, digna del lúcido y sutil observador que, además de divertido, también es Tati. Lástima que dirigiera tan poco (Playtime, Día de fiesta, Las vacaciones de M. Hulot y, claro, Mi tío, son patrimonio de la humanidad) aunque por suerte aún tenemos ojos, oídos y corazón para disfrutar con sus películas.
-Como un torrente (1958) Vincente Minnelli. El talento de su director extrae a este magnífico melodrama audaces propuestas visuales (como la sensacional escena en la feria) e interpretaciones que rezuman autenticidad. Una pequeña joya que merece ser más conocida.
-Cenizas y diamantes (1958) Andrzej Wajda. Un clásico que sigue fascinando con su historia inolvidable y una habilidad cinematográfica que alzan esta película a la categoría de obra maestra.
-El pisito (1958) Marco Ferreri. La primera colaboración entre el genial guionista Rafael Azcona y el director italiano es una comedia con mucho humor negro sobre la triste realidad de la España franquista. Una obra imprescindible del cine español.
-Rufufú (1958) Mario Monicelli. Clásico de la comedia a la italiana con un reparto excelente (Mastroiani, Gassman, Cardinale...) que da vida a un grupo inolvidable de ladronzuelos y sus andanzas.
-Hiroshima mon amour (1959) Alain Resnais. Esta magnífica e innovadora película crea un tiempo mental a partir de un relato de Marguerite Duras que en las sabias manos de Alain Resnais se convierte en un hito de la historia del cine. Talento, originalidad y un halo especial recorren esta película inolvidable.
-Anatomía de un asesinato (1959) de Otto Preminger es un clásico del cine judicial, intenso y memorable.
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