1/9/10

Joy (1977) Harley Mansfield

Joy (1977) Harley Mansfield
En el prólogo del clásico de la literatura erótica de Apollinaire, "Les onze mille verges", se enfatiza que no hay que tomárselo en serio. Y en esta película sexual, conviene hacer la misma aclaración. El relato no empieza con alegría precisamente, sino con violencia, y aquí es donde una crítica feminista literal puede declarar culpable a este film, pero olvidemos toda verosimilitud, en realidad el cine sexual tiene bastante relación con el cine musical (que amo, en el que de repente a la gente le entran ganas de cantar; en el cine sexual... pues lo evidente) y para Susan Sontag incluso tiene relación con el cine de ciencia-ficción. Este film pretende hacer pasar un buen rato, no sentar cátedra sobre la líbido femenina, aunque plasma una utopía o distopía, sobre el comportamiento sexual femenino. Un mundo al revés en el que las mujeres llevarían la iniciativa sexual claramente (aunque sutilmente la mujer suele llevar la iniciativa) que quizá sería una fantasía masculina lindante con la pesadilla, o sin duda un cambio de roles en las cosas de la seducción. Pero esto que no les haga creer que se trata de un ensayo filosófico como "El erotismo", de Bataille, es cine sexual ligero, entretenido, sólo que con cierta originalidad argumental, y bastante sentido del humor, como en la escena del tímido y su libro, en el que la teoría se impone, y reina el cachondeo en todos los sentidos de la palabra. Además en este clásico las correrías de Sharon Mitchell van acompañadas por una música que aporta su puntito de vitalidad al conjunto, llevado con la agilidad y el desparpajo habituales de los 70. Cosas así hacen de "Joy" uno de esos films que sin pedanterías de autor trascienden los géneros como si tal cosa, y se mantienen frescos y lozanos. Una joya.
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