Naturaleza muerta (2006) Jia Zahng Ke. Hace unos años, mi mentor cinematográfico me habló muy bien de esta película, que sin embargo no he visto hasta ahora. Quizá sea que a menudo veo tantas películas galardonadas que me decepcionan que no hago mucho caso de los premios. Así, con bastante demora, veo este film y me quedo poco menos que sin palabras. La sobriedad formal del film, no exenta de destellos sublimes, logra captar, o mejor dicho expresar el paso del tiempo, físico y metafórico, que da sentido a la película. Aparentemente no suceden muchas cosas, ni grandes cosas en este film, pero poco a poco, con calma y un gran sentido de la observación, el cineasta teje un tapiz sutil, tendido entre un mundo en demolición y otro prematuramente idealizado. El director parece plantear que cada vida, por minúscula que pueda parecernos, queda a la deriva de las corrientes de su época, y que el futuro programado no puede demoler sin más las vidas asentadas en un lugar, con sus costumbres y tradiciones. Quizá el futuro moderno sea imparable, quizá incluso necesario, pero esta película, que respira lentamente al compás de sus personajes, nos recuerda con maravillosa poesía, que cada vida es importante, que cada lugar tiene su alma, y que vivimos felices haciendo malabarismos en la cuerda floja, y sin embargo todavía lo bastante fuerte, de la vida.
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