29/7/10

erosexy en el cine

El erotismo y el sexo en el cine, darían, han dado y darán para libros enteros, y enciclopedias... pero este amateur no aspira a tanto, pero me ronda desde hace tiempo que no estaría mal, en estos tiempos cibernéticos, hacer pelín de historia de algunas de las muestras más importantes del erotismo y el sexo en el cine. Para empezar, la diferencia entre erotismo y sexo no existe, y lo que llamo cine sexual (la mayoría "hardcore" o "porno") estudiosos mil no se han puesto de acuerdo, ni se pondrán. Yo tampoco, sinceramente creo que a veces depende del contexto, una persona completamente vestida con los labios húmedos, o una mirada tórrida puede ser bastante más sexual que alguien sin ropa alguna y en "trance erótico", curiosa expresión...
El cine, arte vampírico, poético, sensual y sexual sin parangón (¡qué fuerte ha quedado esto, pero es verdad!) tiene un componente tan voyeurista, vamos, que somos unos mirones todos y todas, que llevado al extremo se llegaría al puro cine sexual, máxima expresión del voyeurismo, y dada la especial constitución masculina y femenina, un género de lo más lógico. Aclaro esto, los hombres por lo general estamos dotados (no de lo que piensan, que de eso también) de una capacidad de visión muy desarrollada para la anatomía femenina, por decirlo de una manera entre sutil y autoirónica, y por otra parte, ¿saben el chiste de la mujer que se acerca al guardia a denunciar a un hombre?. El guardia le pregunta, ¿qué le ha mirado mal ese hombre?. La mujer le dice que ¡no la ha mirado!. Resumiendo, el mundo es perfecto, hombres mirones y mujeres vanidosas, todo maravillosamente complementario, ¡y que dure!. Siguiendo esta línea, incluso el cine sexual es de lo más lógico y natural, hombres (por lo general pero cada vez más mujeres) mirando y sobre todo mujeres enseñando, para mí es tan natural que se cae de su peso. Aunque también hay que decir que no todos los hombres disfrutan del cine sexual (y no me extraña, porque hay una inmensa mayoría aburrido y deplorable, pero yo defiendo lo que me parece elevado, y aún más si está menospreciado) ni todas la mujeres son dadas al exhibicionismo, o franqueza, frescura o algo por el estilo. Me encanta la respuesta de Lina Romay en una entrevista: "Mira, que os quede claro que yo sólo me visto si lo exige el guión". Mis aplausos y reverencias, eso es acabar con esa ablación de feminismo recalcitrante que considera que la pornografía es degradante para la mujer, como si todas la mujeres fueran iguales, qué aburrido sería.
Tampoco es que yo defienda un tipo de mujer, sólo digo que existe este tipo de mujer, y no es escaso, y cierto feminismo reaccionario lo intenta negar.
A mí las cosas del sexo, según sople el aire me cogen bastante liberal o bastante tímido, así de golpe, porque por una parte creo que el sexo es algo que puede ser maravilloso y expresa la alegría de la vida como pocas cosas más, o quizá ninguna, pero también sé que el sexo puede ser dramático y puramente animal, frío o triste, como Gerard Damiano expresó en algunas de sus obras maestras del cine sexual (El diablo en la Srta. Jones, Memories within Miss Aggie) por lo que me resulta difícil encarar algo tan importante y a la vez tan íntimo. Quizá abordar el sexo con mucha seriedad sea hacerlo más científico que menos y quitarle su gracia y desparpajo, quizá hacer del sexo una cosa como transgresora tampoco sea del todo cierto pues el sexo es lo más natural del mundo y lo de la transgresión por la transgresión me aburre un montón. Además el sexo en el fondo tiene algo más, inexpresable, espiritual además de placentero, algo cósmico, místico, que rara vez se expresa en las manifestaciones literarias o cinematográficas, y esta parte trascendental la echo a faltar casi siempre.
Así que al final me planteo si en la sociedad hipersexualizada, pero por lo mediocre, contemporánea, enarbolar la bandera del cine sexual o del erotismo acaba siendo más beneficioso que otra cosa, o hay que matizar mucho las cosas, que creo que es lo que estoy haciendo.
También me sucede que en el fondo, aunque uno tiene ojos (y bastante atentos...) en el fondo le doy bastante la razón a quien dijo que el cine sexual es "un cuento de hadas para adultos". Sí, algo de eso hay, es casi siempre una fantasía con insertos documentales, aunque por otra parte en ocasiones debe ser menos fantasía de lo que nos creemos, ya se sabe que la realidad supera a la ficción. Y otra cosa más, en el fondo uno puede ser pelín pillín (¡y quién no!) pero en el fondo lo de los sueños románticos, en fin, eso también... El sexo por el sexo, como el arte por el arte, puede estar muy bien, pero al final, o al principio, está el amor, que es erotismo, que es sexo, y que es hasta la madre del invento, por bromear un poco con algo que puede ser bastante doloroso, y en lo que se compromete todo el corazón de una persona. No confundir amor con amoríos, aunque nunca me ha parecido mal lo de ir de flor en flor, siempre que se aborden las relaciones con sinceridad.
Disculpen si esto me ha quedado confuso, ¡es que estoy confuso, y supongo que escribo para aclararme un poco!. Tengo ideas claras con estas cosas, pero también una dudas tremendas sobre cómo enfocarlas, así que si me he pasado hasta ahora, hacia el lado superficial o ligero de ciertas expresiones sexuales, o por otro lado he sido demasiado serio por el lado de historiar el asunto, espero mejorar porque el tema del sexo en el cine me parece de los más importantes y peor tratados por lo general. En cualquier caso, el cine seguirá siendo profundamente erótico, y expresando, mejor o peor, las muchas caras de la sexualidad humana. A mí me gustaría hacer un zoom muy grande a las que me parecen más alegres y profundas, que existen y a menudo son despreciadas por su franqueza, aunque también es necesario expresar otras facetas menos amables del sexo, aunque no me siento afín a ciertas manifestaciones sexuales, esto del sexo es delicado, en cuanto lo abordas corres el riesgo de que te traten de pervertidillo o de frívolo, y la verdad es que yo ni una cosa ni la otra, más bien me siento liberal en estas cosas, sobre todo tras haber padecido a curas y monjas, quizá eso explica algunas cosas...  Aunque creo que entre el cerrilismo católico dominante (hay católicos más comprensivos y moderados) y el libertinaje moderno hay algún punto medio al que quiero llegar, y desde luego es lo que intento expresar, aunque el sexo es más un torrente que una cosa racional y sensata. Pura locura de vivir, pero reflexionar un poco tampoco creo que sea malo, sin cerebralismo. De alguna manera veo mucha superficialidad por una parte y mucho cerrilismo por otra parte, y entiendo que el sexo tiene por igual un aliento luminoso y placentero como una dimensión reproductora, ambas cosas, y una no quita la otra. Quizá por lo general el cine sexual expresa la primera y ciertas religiones se quedan sólo en la segunda, y yo ¡¡¡creo en las dos!!!.
Continuaré quizá, con Russ Meyer, Joseph W. Sarno, Radley Metzger, Alex de Renzy y Gerard Damiano, sobre todo, que representan probablemente los artífices más destacados del erosexy de los 50, 60 y 70, o sea los padres del invento y sus mejores exponentes, cada cual en su territorio. Al menos son los más interesantes para mí, aunque escogiendo entre sus trabajos. Y los hermanos Mitchell de "Tras la puerta verde", de ahí al supuesto "porno para mujeres", y encontrar "Garganta profunda" online y en stagevu, lo que ha llovido y cambiado el mundo, pero el sexo seguramente no ha cambiado apenas, seguimos rastros y seguimos volando en las alas del deseo. Quizá desde "A history of the blue movie", del maestro Alex de Renzy, no hay tanto más sino más bruto, en la lógica y triste necesidad de aumentar los estímulos. Quizá por eso, con los años, sobre todo el cine sexual parece haber perdido su inocencia y frescura y cada vez me aburre más, sigo buscando las pelis viejas en las que las mujeres son pre-silicona, pre-cirugía estética en general y los tipos tampoco son de gimnasio, será real pero me parece tan artificial...
Bueno, en este mismo blog hay un rinconcito con pioneros del cine sexual, es cortito y no aparece Russ Meyer, pero a él debe bastante el erosexy cinamatográfico. Lo de "erosexy", que no sé qué tal suena, en fin, es que para mí va todo junto, el erotismo, el sexo, lo sexy, y el colmo de todo quizá sea Rita Hayworth en "Gilda". Más con menos quizá es imposible. Sin olvidar a la picarona Betty Page, y a la no menos encantadora Betty Boop.
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