Los paraguas de Cherburgo (1964) Jacques Demy.
Este singular y colorista film se distingue por su romanticismo apasionado, y su original mezcla de melodrama y musical. La apuesta del director consiste en no crear números musicales sino en crear una historia amorosa en la que los diálogos en vez de ser hablados son tarareados y cantados acompañando los maravillosos compases de la música de Michel Legrand. Esta bella película, algo triste, que arriesga y se atreve a dar el peligroso paso entre lo ridículo y lo sublime, puede ser acusada de cursi y ñoña, pero también se puede hablar de genialidad en estado puro. Quizá para gustos los colores, y en esta maravilla... ¡los colores lucen que da gusto verlos!.
~