Innocence (2004) Lucile Hadzihalilovic.
Una sorpresa cinematográfica de principio a fin, este relato, primorosamente ambientado, cuidando cada detalle con mimo, prescindiendo de la música e incidiendo en el sonido y la composición visual, despliega sus alas (como las larvas convertidas en mariposas) en una misteriosa escuela para niñas, en las que no hay ningún chico ni hombres, que poco a poco se convierten en adolescentes. Es destacable la delicadeza del conjunto, y en especial la manera armoniosa con la que la directora trata la cuestión erótica. El descubrimiento del torrente erótico queda maravillosamente expresado en dos escenas que rezuman buen gusto. El pleno desplegar de las alas de las mariposas llega en la última escena, preciosa, desbordante, lírica y de un erotismo sublime, a un tiempo vigoroso y sutil. El film, en conjunto, plantea una fábula sobre la inocencia que deja muchos cabos sueltos, pero que deja muchos caminos abiertos a la imaginación, lo que quizá incluso sea la mayor virtud del film, al deslizarse sutilmente en la sugerencia en vez de plasmarse con obviedad insulsa. La película, sin embargo, prefiere la narración visual y el sugestivo uso de simbolismos como los de los colores de los lazos, y lentamente, con un ritmo pausado, recreándose en los matices, va creciendo hasta desplegar sus alas.
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