_Me doy cuenta, cada vez más, hasta el punto de cambiarle el nombre al blog, de que los tiempos en el cine están cambiando ¡que es una barbaridad! y la tendencia, imparable, es pasar del gran cine al pequeño cine. Además, la versión original subtitulada, siempre minoritaria, y cada vez más, casi está desapareciendo en el gran cine, mientras en el pequeño cine sí está creciendo, pues se editan cada vez más películas sin doblar, en versión original subtitulada. De todas formas, no vendrá mal un pelín de historia.
_Antes del 28 de diciembre de 1895, de los Lumière y el nacimiento del gran cine, proyectado en una gran pantalla ante una reunión de personas, un público, previo pago de una localidad, que es el concepto de cine que se ha manejado desde hace más de 100 años, en realidad el inventor (luego monopolista, y a veces simple mercader que se atribuía inventos ajenos) Edison había lanzado ya el año anterior el pequeño cine, unipersonal, previo pago, proyectado en un kinetoscopio, popularmente un nickelodeon, que como puede verse en las fotos se agrupaban en locales con varios nickelodeones donde cada espectador ponía una moneda, un nickel, se inclinaba y miraba las imágenes en movimiento.
_Ahora estamos volviendo un poco a la época del cine pequeño, unipersonal, incluso más unipersonal, pues gran parte del cine que vemos lo vemos en televisiones, es verdad que cada vez más grandes, equipos de home cinema, monitores informáticos, portátiles cada vez más pequeños... En fin, que entre el gran cine y el pequeño cine está consolidándose el pequeño cine, y es una pena, sin embargo, hay que ver el lado bueno, o yo prefiero verlo.
_Nunca, gracias a internet, había sido posible ver tanto cine como ahora, aunque pequeño cine, gracias a todo lo que se puede comprar, tanto pagando la entrada de un dvd como con las descargas pagadas, como con todo lo que está en dominio público online, y todos los contenidos que son legales en un país pero ilegales en otros, o todo lo que directamente subvierte todas las leyes del mercado.
_El pequeño cine, y no exactamente a costa del gran cine, está aquí para quedarse. Lentamente los cines se han alejado físicamente de las ciudades, con los multicines las salas, a menudo con pantallas más pequeñas, se han concentrado con frecuencia en los complejos comerciales, a las afueras de las ciudades, con lo que el cine se ha alejado, ha perdido cercanía, ya no es la cultura del cine de barrio, sino del cine (sobre todo palomitero) de paso que vas a hacer tus compras. Es otra manera de enfocar la cultura del cine, sin el rito sagrado y la comunión del gran cine, ya completamente mercantilizado, y cada vez más.
_Por otra parte, la exhibición de cine en los pueblos y la mayoría de las ciudades se limita a la nada más absoluta o lo más comercial y venal. Y además ya están habiendo casos sangrantes en los que películas recientes llegan 2 años más tarde a España. Eso en el gran cine, porque en el pequeño cine llegan antes…
_Sin embargo, a pesar de mi moderado entusiasmo con el pequeño cine, que me recuerda lo de las pequeñas unidades inteligentes de Robert Fripp, me pregunto si sería posible que ambos convivieran, que el gran cine vuelva a ser lo que era, y que llegue a mi ciudad de provincias. Soy un cinéfilo soñador, y la respuesta es este blog, que le debe tanto al gran cine como al pequeño cine.
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